Es una de las cosas que más temen los djs en sus sets: Tener cualquier clase de problema técnico. Que te salte la aguja del vinilo, que se te salte un cd, que un cable mal conexionado te deje sin sonido... pasa en las mejores familias y en este caso al francés reconvertido en "artista pop" le jugó una mala pasada su tarjeta sd.
"Mi tarjeta no funcionó. He tenido que venir al hotel de nuevo para formatearla otra vez. Estoy copiando mi música ahora, mientras 7.000 personas están esperando. Me siento como una mierda". Guetta explicaba así a través de Twitter el problema que tuvo la madrugada del fin de semana pasado en Valencia y que hizo que su concierto en el Ágora -incluido en los actos paralelos al Gran Premio de Fórmula 1- se retrasara durante dos horas. Estaba anunciado para la medianoche y no comenzó hasta las dos de la madrugada.
Cuando pasaba una hora de la marcada, y después de algunos gritos de "fuera fuera" del público, se anunció que había "un problema técnico con Guetta" que se solucionaría en veinte minutos. Se convirtieron en otra hora que el público aguantó dividido entre los que pusieron caras largas y los que siguieron la fiesta bailando con los temas de otro DJ, informó Europa Press.
Por fin, Guetta surgió de entre humo de colores a las dos de la mañana y puso inmediatamente toda la carne en el asador. El público respondió coreando y bailando sus mezclas. Sin rencores.
El francés prometió una noche especial en el "mejor lugar en el que nunca ha actuado como DJ" y la discotequera fiesta se alargó hasta las cuatro de la madrugada. Acabó con la remezcla del I gotta feeling de Black Eyed Peas. "Nos vemos en Ibiza", fue el último mensaje de Guetta.
"Mi tarjeta no funcionó. He tenido que venir al hotel de nuevo para formatearla otra vez. Estoy copiando mi música ahora, mientras 7.000 personas están esperando. Me siento como una mierda". Guetta explicaba así a través de Twitter el problema que tuvo la madrugada del fin de semana pasado en Valencia y que hizo que su concierto en el Ágora -incluido en los actos paralelos al Gran Premio de Fórmula 1- se retrasara durante dos horas. Estaba anunciado para la medianoche y no comenzó hasta las dos de la madrugada.
Cuando pasaba una hora de la marcada, y después de algunos gritos de "fuera fuera" del público, se anunció que había "un problema técnico con Guetta" que se solucionaría en veinte minutos. Se convirtieron en otra hora que el público aguantó dividido entre los que pusieron caras largas y los que siguieron la fiesta bailando con los temas de otro DJ, informó Europa Press.
Por fin, Guetta surgió de entre humo de colores a las dos de la mañana y puso inmediatamente toda la carne en el asador. El público respondió coreando y bailando sus mezclas. Sin rencores.
El francés prometió una noche especial en el "mejor lugar en el que nunca ha actuado como DJ" y la discotequera fiesta se alargó hasta las cuatro de la madrugada. Acabó con la remezcla del I gotta feeling de Black Eyed Peas. "Nos vemos en Ibiza", fue el último mensaje de Guetta.