White Room: La habitación Blanca. Es la estancia principal en The Room. ¿Recordáis esos temas con alma y sentimiento? ¿Aquellos que cuando suenan en la pista nos producen un cosquilleo agradable, acompañado de unas ganas de bailar y un estado de euforia que se propaga por la pista instantáneamente, cual virus altamente contagioso? Cuando una simple melodía sea capaz de teletransportarte a otro lugar, a otros ambientes, habrás estado, sin duda, en la habitación blanca.
Black Room: La habitación negra. Todos tenemos estados de ánimo y eso se nota en la selección de temas. Aquí encontraremos sesiones más personales y oscuras, experimentos y extravagancias. Habitación no apta para cualquier oído.
Gold Room: La habitación dorada. Porque todos tenemos un pasado y en The Room nos gusta recordarlo. Música antigua, con la que crecimos y con la que puede que no hallamos coexistido, pero que te transporta a momentos ya vividos.
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